El grabado a buril como en la punta seca se realiza sin ataque de ácidos, directamente sobre la plancha de metal con una herramienta especial llamada buril. Esta herramienta ta formada por una barra de unos 8 a 12 cm. de longitud de acero especial terminado en un mango. La longitud total incluido el mango de unos 14 o15 cm. La sección puede ser triangular, cuadrangular, o trapezoidal, con un corte a 45 º. El mago de madera redondeado y apropiado para encajar en la palma de la mano. la barra se curva un poco hacia arriba. 
.La cara cortante debe ser plana , y perfectamente cortante en el vértice.
Una característica fundamental en esta técnica es un buen afilado de esta herramienta. la anchura de la barra en sección cuadrada es de 2 a 3,5 mm. Una sección más versátil es la romboidal, que nos puede dar lineas más profundas, o bien las de tipo triangular. Cada grabador y de acuerdo con el trabajo utiliza el tipo adecuado. El afilado manual de un buril es muy difícil y complicado, para personas inexpertas, hay que practicar mucho la cara de corte plana y el angulo biselado correcto.
Las piedras de afilado de buen tamaño de grano fino de aceite. También pueden afilarse con piedras de esmeril eléctricas, que adaptándolas herramientas adecuadas esta operación es sencilla . Normalmente cuando los adquieres en el marcado no suelen estar afilados y debemos hacerlo previamente antes de usarlos . La piedra se fija sobre una superficie horizontal, y se afilan primero las dos caras A y B de forma plana sobre la piedra, con movimientos de ida y vuelta en una sola dirección, luego se pasa a la cara C
Se asienta perfectamente la cara sobre la piedra y con movimientos circulares se va afilando el corte.
Es muy importante durante el movimiento evitar el balanceo, la cara de corte aparte de tener el ángulo adecuado debe ser perfectamente plana.
Cuando compras un buril debes saber si ha tenido un proceso de templado, si no es así el corte se borrará más rápidamente. El templado dará al acero (con un contenido de carbono 0,7 -1,0 %) una gran dureza. Normalmente para el templado se calienta el acero unos 800-900 ºC y se enfría rápidamente en baño de agua o aceite. Como en este proceso se vuelve también muy quebradizo, para eliminar tensiones y darle tenacidad se recurre al tratamiento de revenido, consiste en calentar a unos 300-400 grados y enfriar más lentamente.
La técnica del buril necesita mucho oficio y destreza para alcanzar un buen nivel, es sin duda la más difícil de dominar y solo con la practica y el esfuerzo puedes llegar a dominar este arte. Como es una operación muy directa sobre el trazado en la plancha, y en el proceso interviene parte de tu cuerpo da una sensación especial muy gratificante.
El buril se coloca en la mano tal como en la figura, acoplando el mango en la palma de la mano, la parte trasera del mango justo en el hueco del pulgar que va a ser su principal punto de empuje no obstante todos los puntos de agarre, como los dedos, brazo, incluso el movimiento del cuerpo se unifican en el trazado de la linea. La posición del dedo indice tal como en el dibujo se apoya en la barra a unos 3 o 4 cm. de la punta y junto a todos los puntos de contacto de la mano con el buril mantiene con firmeza la dirección del movimiento.
La posición de la plancha ligeramente inclinada sobre una almohadilla, figura (a) se sujeta con la otra mano con firmeza, y es con ella con la que dirigimos el sentido del trazado en movimiento contrario al
que avanza el buril, girando adecuadamente la plancha tenemos todas las variedades de sentido y curvas de los surco. Si el trabajo es de muchas lineas curvas la mano que dirige la plancha estará de forma constante girando y rotando. En un trazado recto la plancha no se mueve, es la mano que empuña al buril quien dirige el movimiento, en un trazado curvo es la plancha quien dirige el sentido.
Es muy importante en esta técnica tener un lugar cómodo de trabajo que facilite una buen postura del cuerpo, y suficiente espacio para las distintas maniobras de las operaciones.
El .angulo de ataque del buril sobre la superficie de la plancha es fundamental, un ángulo demasiado alto el buril se clavaría en el metal sin poder avanzar. Un angulo demasiado bajo el buril se desliza hacia arriba, se escapa y nos puede rayar en zonas no deseadas. Se aconseja un ángulo de unos 20 grados. La experiencia del grabador instintivamente y de forma mecánica sabe perfectamente la posición e inclinación de la herramienta. La presión que se ejerce sobre la plancha no debe ser muy alta, un deslizamiento suave y continuo nos dará la pista correcta.
Como en todas las técnicas en el grabado la intensidad de trazo reflejada en el papel depende de varios factores como, anchura y profundidad del surco, separación de los mismos número de cruzamientos.
Para conseguir la anchura y profundidad del surco que pretendemos, aparte de la presión a ejercer tenemos que elegir el perfil adecuado del corte.
Por la estructura del metal el deslizamiento del buril en el cinc ofrece mayor resistencia, la del cobre es más suave y ayuda a la continuidad del surco. También el cobre aun siendo más duro que el cinc, presenta efectos menos negativos en el borrado del filo. Por otra parte sabemos que el número de tiradas es mucho mayor en el cobre que en el cinc. Es importante que el final de las trazadas no sea brusco, (sería un punto feo), para ello nos conviene al finalizar la linea ir levantado suavemente el buril.
Otros utensilios que siempre acompañan a esta técnica son el rascador y bruñidor. El primero para eliminar las rebabas que se forman en el corte, y el bruñidor para reparar las lineas no deseadas y borrarlas, si los surcos son muy profundos es muy difícil suprimirlos. El rascador hay que utilizarle cm mucho cuidado con movimientos tangenciales a la superficie de la plancha, para evitar dañar al metal.
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