Es una técnica complementaria al aguafuerte, donde se crean grandes zonas tonales muy precisas y tiene una similitud con las aguadas, raramente se utiliza sola en un grabado y prácticamente va acompañada de otras técnicas como el aguafuerte ,buril, o punta seca, que dan lineas que pueden ser muy claras y vigorosas.
La técnica se basa en espolvorear una resina en polvo sobre la plancha y una vez fijada hacer la mordida
resina de colofonia |
con el ácido, que atacara los intersticios o poros en el polvo. En función de los tiempos de exposición en el baño, concentración del ácido nos dará tonalidades más o menos oscuras. El aspecto también esta influenciado por el tamaño de los granos del polvo empleado y la cantidad o densidad depositada sobre la plancha. Si la concentración que se deposita en la plancha es muy alta tendrá menos poros, por tanto con la misma concentración de ácido y exacto tiempo de mordida, el resultado será de tonos más claros, y al revés densidades de polvo bajas tonos más oscuros. RESINA: La materia utilizada es la colofonia,(resina del pino). La exudación de las coníferas da un producto trementina que por destilación se obtiene esencia de trementina (aguarras), y como residuo la resina de colofonia de un color ambar. Comercialmente se presenta en forma de terrones irregulares.
Puede encontrase también en polvo, pero un tamaño demasiado fino no es aconsejable. Lo más acertado es adquirirla en terrones y por medio de un mortero o molinillo pulverizarlo. La operación es sencilla ya que el material se presta a ello dada su naturaleza.Para polvorizar la resina, podemos hacerlo de forma manual, aplastando y haciendo rodar una botella sobre una superficie dura y limpia para ir triturando la resina, o mejor con un mortero.
La forma más sencilla eficaz y rápida es utilizar un molinillo eléctrico que nos dará un grano mas uniforme, y en varias etapas distintos calibres, si vamos a jugar con tamaños diferentes.
Es muy importante extremar las precauciones en limpieza, cualquier impureza o suciedad, estropearía el resultado de la aguada
En la derecha de la imagen podemos ver un dibujo que nos da una idea de este sistema. Manualmente vamos espolvoreando la plancha de resina, dando pequeños golpes en la parte trasera del recipiente procurando una distribución homogénea en toda la superficie. Uno de los inconveniente de este método es que no se obtienen aguadas muy lisas y uniformes, puesto que los tamaños de los gránulos por la pequeña altura de caída no podemos discriminarlos. No obstante hay algunos artistas que buscan este tipo de efecto en la aguada, con texturas más irregularidades
En el dibujo adjunto podemos apreciar unas cajas de resinar que nos da idea del funcionamiento de de las mismas . El sistema que remueve la resina para suspenderla en cámara puede ser mediante unas paletas o aspas impulsadas manualmente o con motor. Otro sistema muy practico es conectar aire a presión al depósito de resina.
La caja de resinar consiste en una cámara tal como se muestra en la figura donde por medio de un sistema de agitación el polvo es suspendido en el habitáculo, que por gravedad cae sobre la superficie de la plancha.
Una caja de resinar como en el croquis puede apreciarse consiste en un habitáculo cerrado, compuesto de un depósito (D) en la parte inferior para la resina, con un sistema para impeler el
polvo por medio de unas palas movidas con una manivela (m) a mano o con motor o bien inyectando aire a presión (A)
(V): ventana para introducir la plancha, con una puerta de cristal para poder observar la deposición de la resina.
( R): Rejilla por donde se cuela el polvo hacia el techo del cajón, y sirve de apoyo a la plancha.
Es muy importante la altura de la caja, no debiera ser inferior a un metro pero es recomendable alturas de dos metros. A más altura mayor margen de juego con el tamaño del polvo.
Procedimiento: Una vez limpia la plancha la dejamos preparada y dispuesta para ser resinada.
Accionamos el sistema de agitación del polvo de la caja resinadora, y en el momento adecuado cuando el polvo esta en suspensión dentro del habitáculo de la caja, introducimos la plancha. El
polvo se irá depositando sobre la superficie de la plancha, como los gránulos de mayor calibre son los primeros en caer, dependiendo del tiempo que trascurra desde el comienzo de suspensión de la
resina y apagado el sistema de agitación, nos dará granos más finos o más grandes.
El espesor de la capa de resina depositada dependerá del tiempo que mantengamos la plancha dentro de la caja de resinar. A mayor densidad de resina menos puntos de ataque del ácido, agudas más claras de tono. Si queremos hacer una aguada muy fina dejar tiempo para que se depositen los granos de más tamaño, e introducir la plancha dos o tres veces.
El sistema manual de añadir la resina espolvoreando a través de una malla de tejido, nos impide controlar el tipo de grano, tendremos mezcla de varios tamaños. Nos dará unas aguadas que también tienen su valor, porque nos dará texturas muy interesantes que rompen la monotonía de la aguada.
Comprobamos que la capa de resina esta de acuerdo con nuestro criterio y es la práctica y experiencia la que nos da la capa correcta para el fin pretendido.
Sacamos con cuidado la plancha resinada evitando corrientes de aire, que nos puede perturbar el polvo.
Colocamos la plancha sobre el sistema calefactor, donde podamos controlar bien el calor y que sea uniforme en toda la en la superficie de la plancha. Alcanzado una cierta temperatura el color vira de de blanco amarillento a un color brillante muy característico, en ese momento los gránulos se están fundiendo y se adhieren al metal. La temperatura aplicada debe ser bastante precisa, si es demasiado
alta quedaría muy líquida y se unirían los granos no dejando espacios. Si es baja los granos no se adhieren la resina y se levantará. .
Normalmente como ya hemos comentado no es común un grabado solo con la técnica de aguatinta va acompañado con aguafuerte o buril, que deberán hacerse previamente. A partir de aquí comienza el proceso de las reservas con barniz para las diferentes tonalidades según el tiempo de inmersión en baño y concentración del mismo. Para agudas muy tenues y mejor control no deben usarse concentraciones superiores al 2%. y en todos los casos en mi opinión no superar el 5%.
Un tamaño de grano fino (A) nos dará aguadas tenues y uniformes, la plancha debe introducirse en la resinadora después de un tiempo, para despreciar los gránulos de gran tamaño. El grano fino no permite un ácido muy concentrado y mucho tiempo de permanencia en el baño, puesto que se puede formar una calva.
Un tamaño de grano medio (B) nos dará juego para aguadas de mayor amplitud de tonos.
Un tamaño grande (C) nos permite dar mordidas desde ligeras a muy intensas de acuerdo a nuestro gusto.
Una mezcla de granos de diferentes tamaños (D) nos dará texturas especiales y diversas 1.- Mordida grano grueso -- 2.-- Mordida grano fino -- 3.-Reserva E) Mordida grano medio --F) Mordidas con reservas --G) Se ha eliminado el barniz de las reservas
El barniz en las reservas se aplica con un pincel en etapas de acuerdo con las inmersión sucesivas. Las primeras zonas barnizadas antes del primer ataque del ácido serán las zonas blancas mas claras en el
grabado. A medida de las siguiente etapas de puntos de reserva e inmersiones las aguadas serán más oscuras.
Hay otra técnica de mordida no utilizando barniz para las reservas, directamente se ataca la zona prevista con un pincel impregnado en ácido bastante concentrado, y con otro pincel mojado en agua vamos diluyendo partes de la zona que esta atacando el ácido, consiguiendo una serie de aguadas desde las más oscuras a las más claras, de una forma uniforme y difuminadas. Podemos mover e inclinar la plancha para extender a nuestro gusto la mordida. Para terminar cada operación y eliminar el mordiente utilizamos un papel secante. Esta técnica necesita mucha práctica y cocina y si la dominas los resultados son magníficos. Diversas aguadas con grano fino.
Con algunos granos grandes entre los finos.
Granos gruesos
Contrastes muy definidas de aguadas de diferente intensidad
La resina se elimina con alcohol o con hidrocarburos aromáticos.
Podemos hacer agudas directamente sobre la plancha
metálica por medio de un pincel, impregnado en la solución del ácido. Las agudas solo pueden ser ligeras y pueden servir para dar una patina eliminando el pulido del metal. Esta práctica requiere mucho oficio y experiencia.
AGUATINTA AL AZÚCAR: Este procedimiento tiene la peculiaridad de que al dibujar con el pincel
en la plancha consigues hacerlo tal como va a quedar en el papel, es decir cuando el pincel dibuja con la solución de azúcar van a quedar los negros como si usases un lápiz en un papel. En cambio en un aguatinta clásica, el pincel (reservas), nos dará el blanco. Este sistema imprime en la estampación sobre el papel el mismo dibujo que con el pincel ejercemos sobre la plancha.
En primer lugar preparamos la plancha depositando la resina con el tipo de grano adecuado.
Preparamos la solución de azúcar, para ello añadimos al agua azúcar hasta saturación y la teñimos con tinta china, (aproximadamente al 50%).
Con un pincel vamos dibujando mediante esta solución de azúcar tintada y sobre la plancha preparada
todos los trazos y puntos que componen la obra y queremos ennegrecer.
Acabado el dibujo dejamos secar bien la solución depositada en la plancha y procedemos a barnizar con barniz líquido toda la superficie. El barnizado será uniforme con una capa fina para facilitar su levantamiento.
Una vez seco el barniz completamente de la plancha, se sumerge en un recipiente con agua caliente, (aproximadamente unos 60ºC). La solución de azúcar va expansionándose y hace que despegue al barniz en las zonas donde hemos depositado la capa de azúcar, dejando al descubierto el metal resinado.
También podemos partir de la plancha sin resinar con el metal al descubierto, y resinar un vez levantado
el barniz. De acuerdo con nuestro criterio procedemos a diferente mordidas y reservas para ampliar los tonos de la aguada.
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